23. QUIRÓPTEROS
Dª Aurora Luque
Académica Electa +

23

domingo
3 mayo
2020

días de la pandemia / 23
Dº Aurora Luque, Académica Electa

QUIRÓPTEROS

Escribí este poema cuando se difundieron en la prensa noticias sobre el origen de la epidemia de Ébola: por pura necesidad, en algunos lugares de África los murciélagos se consumían como alimento humano. Curiosamente, la pandemia actual parece originarse a partir del consumo del mismo animal aunque por motivos diferentes. El murciélago, siempre protagonista de fábulas siniestras y letales.
 
 
Quirópteros
 
 
Atención: se ha escapado de libros y pantallas
un mito occidental. Y como un monstruo
habita entre nosotros, con su séquito
de pánicos ahora.
                                 Antes era un morboso
asunto de succiones entre adultos.
Castillos quebradizos, capas negras y damas
con los cuellos muy pálidos,
féretros con resorte, mordiscos voluptuosos.
Después vinieron góticos adolescentes nórdicos,
exangües, inquietantes criaturas urbanitas.
El verbo se ha hecho carne, membranas, garras negras,
ojos alfilerinos. Previsto no lo estaba.
El vampiro ha mutado de costumbres.
Ahora el mito se vuelve africano y solar.
Un niño hambriento chupa unos cartílagos
y la sangre le brota por los ojos.
 
Y no salva el amor como en el cine.
 
 
AURORA LUQUE
Del libro Personal & político, col. Vandalia,
 Fundación José Manuel Lara, Sevilla, 2015

21. TIEMPOS DE UTOPÍAS RAZONABLES (I)
Dº Francisco Carrillo Montesinos
Académico Emérito +

21

viernes
1 mayo
2020

días de la pandemia / 25
Dº Francisco Carrillo Montesinos, Académico Emérito

TIEMPOS DE UTOPÍAS RAZONABLES (I)

El enclaustramiento colectivo deja un margen notable al pensamiento.  La hora es muy propicia a los filósofos, sociólogos, psicólogos sociales, así como a los nuevos tecnólogos con capacidad de leer los hechos y de adentrarse de mano de la prospectiva en el diseño teórico de modelos de sociedades para el día después. Sería ingenuo razonar que ese día después llegará cuando finalice las etapas, en todos los países, de la última fase de la desescalada o con una supuesta inmunización del 70% de las poblaciones. Ni una cosa ni otra está demostrado. Como tampoco está demostrado que los no infectados deseen voluntariamente contagiarse para adquirir una incierta inmunización. En tal caso, sería casi preferible ofrecerse como cobaya voluntaria en las experimentaciones clínicas que ensayan proyectos de vacunas. Atravesamos una gran incertidumbre, regida por el miedo, que es sin duda miedo a la muerte, a la ignoto, y terreno abonado a las utopías razonables.

Una de esas utopías razonables se podría resumir en los instrumentos básicos de supervivencia, muy útiles en los periodos de confinamiento: vivienda, alimentos, higiene y alfabetización sanitaria, máxime cuando los especialistas de epidemias globales y de la Organización Mundial de la Salud no excluyen, -ya que el virus sigue presente en nuestras sociedades-, una segunda e incluso tercera ola, tras el verano europeo, que podría llevar a un nuevo confinamiento. Esto, caso de no encontrarse el fármaco eficaz y la vacuna. Por ello, son muy adecuados los consejos para no bajar la guardia ni  inundar espacios de actividades masivas. 

Los hechos son como son hasta que dejen de serlo. Pero algo ha cambiado en profundidad aunque se intente edulcorar con un discurso para evitar el pánico social. Creo encontrarme entre los que piensan que con unos indicadores macroeconómicos previsibles que nos retrotraen a los años de 1940 (Francia incluida, así como Estados Unidos o Alemania para citar algunos ejemplos) las cosas no pueden volver al ex ante de la pandemia mundial. El consumo está tocado en las dos alas, lo que tendrá una indudable incidencia en los problemas sociales, como afirmaba en noviembre de 1970 Manuel Castells en la revista Espaces et Sociétés: «Que los problemas urbanos, expresión directa del proceso social de consumo colectivo, estén en el centro del conflicto político de las sociedades industriales, es algo conocido desde hace tiempo». El ahorro también está tocado en sus orígenes. Y la inversión parece difícil se reactive con la globalización financiera que no escapa a la crisis planetaria. La problemática es de enorme calado a la espera de los flujos de dinero de organizaciones supranacionales, como lo es la Unión Europea, con sus límites cuantitativos y con sus contrapartidas que serán exigentes. Si se logra un equilibro entre consumo e inversión -dicen los clásicos- estaríamos salvados. ¿Quiénes estaríamos salvados porque el análisis es global y no regional? Keynes ha vuelto y el Nobel Samuelson con su dilema “cañones o mantequilla”.

Al nacer -y aquí llega la utopía- se dice nacemos iguales ante la Ley, pero desiguales conforme al entorno social en el que se nace no por voluntad propia. A cada recién nacido podría adjudicársele una hectárea de tierra cultivable para autoabastecimiento primario y una funcional vivienda para futuros y eventuales enclaustramientos. Los propietarios individuales (y sus futuras familias) entraría en conexión cooperativa con los otros pequeños propietarios: unos producen leche, otros, carne, los demás hortalizas y trigo para hacer pan. Y pozos, artesianos o no, para beber. Sin excluir alguna viña para el vino, y frutales. Economía de subsistencia universal que sería el motor de la nueva reindustrialización y de la agroindustria. Perfilaría un nuevo diseño de asentamientos humanos que descargarían a las grandes ciudades o a las de talla media y a las megalópolis. No me inspiro en Fourier, el socialista utópico, ni en la beat generation. Es una utopía razonable porque se origina en la razón práctica que piensa en la actual desolación humana del fin de las sociedades que hemos conocido y que no es referencia de crónicas escritas, radiadas o televisivas.  

Personas humanas con una seguridad de base que serían motores de la nueva industria y de los renovados servicios. Que borrarían del léxico a la «España vaciada». Claro, con una educación potente para todos, en donde la filosofía, los clásicos, las nuevas tecnologías y las materias científicas se articulen en un curriculum interdisciplinar, como la interdisciplinariedad que se ha practicado en las UCI y en los laboratorios de investigación y de «tormenta de ideas». Demasiado utópico para las mentalidades que hemos ido estructurando. Lo reconozco. Y soy consciente de que se volverán a cometer los mismos errores en la socio-dinámica que prevalece en nuestras hoy heridas sociedades. Esperemos se eviten aquellos errores más devastadores a nivel global, y a todos los niveles.

(1 Mayo 2020)
Francisco Carrillo Montesinos

20. Tríptico de la fragilidad
Dº Francisco Ruiz Noguera, Académico de Número y Bibliotecario
+

20

jueves
30 abril
2020

días de la pandemia / 20
Dº Francisco Ruiz Noguera, Académico de Número y Bibliotecario

Termina abril de 2020


 Traigo a estas páginas de «Días de la pandemia» dos fragmentos del comienzo de The Waste Land (La tierra baldía) de T. S. Eliot, en traducción de José María Valverde.
 
T. S. Eliot: The Waste Land (1922) La tierra baldía

1. «El entierro de los muertos»
 
                        Para Ezra Pound
                        Il miglior fabro
 
Abril es el mes más cruel, criando
lilas de la tierra muerta, mezclando
memoria y deseo, removiendo
turbias raíces con lluvia de primavera.
El invierno nos mantenía calientes, cubriendo
tierra con nieve olvidadiza, nutriendo
un poco de vida con tubérculos secos.
El verano nos sorprendió, llegando por encima del Starnbergersee
con un chaparrón; nos detuvimos en la columnata,
y seguimos a la luz del sol, hasta el Hofgarten,
y tomamos café y hablamos un buen rato.
Bin gar keine Russin, stamm’ aus Litauen, echt deucht.
Y cuando éramos niños, estando con el archiduque,
mi primo, me sacó en un trineo,
y tuve miedo. Él dijo, Marie,
Marie, agárrate fuerte. Y allá que bajamos.
En las montañas, una se siente libre.
Yo leo, buena parte de la noche, y en invierno me voy al sur.
[…]
Ciudad irreal,
bajo la niebla parda de un amanecer de invierno,
una multitud fluía por el Puente de Londres, tantos,
no creí que la muerte hubiera deshecho a tantos.
Se exhalaban suspiros, breves y poco frecuentes,
y cada cual llevaba los ojos fijos ante los pies.
Fluían cuesta arriba y bajando King William Street,
a donde Santa María Woolnoth daba las horas
con un sonido muerto en la campanada final de las nueve.
Allí vi a uno que conocía y le paré, gritando: «¡Stetson!
¡Tú, que estabas conmigo en las naves en Mylae!
Ese cadáver que plantaste el año pasado en tu jardín,
¿ha empezado a retoñar? ¿Florecerá este año?
¿O la escarcha repentina le ha estropeado el lecho?
¡Ah, mantén lejos de aquí al Perro, que es amigo del hombre,
o lo volverá a desenterrar con las uñas!
¡Tú! hypocrite lecteur! -mon semblable, -mon frère!».
 
 
Francisco Ruiz Noguera

19. SE AYUDA QUIEN AYUDA
Dº Sebastián García Garrido
Académico de Número +

19

miércoles
29 abril
2020

días de la pandemia / 19
Dº Sebastián García Garrido, Académico de Número

TÍTULO SE AYUDA QUIEN AYUDATécnica: Dibujo vectorial
Medidas: 175 x 236 cm.
Fecha: 2013

Un cartel con un mensaje eterno al que estos días volvemos la cabeza.

El proyecto To be continued… organizado por el Estudio Buenavista Obra Social esta campaña invita a 35 diseñadores ya artistas, a que a través de su obra, comuniquen la necesidad de la donación de órganos.

Los diseñadores Eduardo Arroyo, Enrique Acosta Naranjo, Lorenzo Bennassar, Alberto Corazón, Marta Corcho, Manolo Cuervo, Daniel Diosdado, David Díaz-Cantelar, Joaquín Gallego, Raúl Gómez, Sebastián García Garrido, Antonio Herráiz, Bernardo Jiménez Tomán, Luis Jarillo (Manigua), Ana Lorente Cazenave, Carlos Laínez, Fernando López Cobos, Virginia Laceras, Segundo Leria, Fernando Molina, Manuel Ortiz, Pepe Oyárzabal, Antonio Pérez Escolano, Jacobo Pérez Enciso, Paco Pérez Valencia, Paco Peregrín, Andi Rivas, Juan Romero, José Ramón Sierra, Juan Suárez Ávila, Martín Santiago, Manuel Moreno, Juan Toribio y Joseph María Trías, usan el poder comunicativo del cartel como instrumento para luchar por la vida, transmitiendo a la sociedad un mensaje de esperanza y solidaridad en relación a la donación de órganos.

El proyecto se inicia en la Avenida de la Constitución de Sevilla con una exposición en la calle que sorprendió a miles de ciudadanos en plena campaña de Navidad con 35 carteles impresos en dibond de 175 x 236 cm .

Domestika.org

18. En tiempos de zozobra
Dº Carlos Taillefer de Haya
Académico de Número +

18

martes
21 abril
2020

días de la pandemia / 18
Dº Carlos Taillefer de Haya, Académico de Número

EN  TIEMPOS  DE  ZOZOBRA II

Homenaje a  Ramón  TRECET
Hoy va de Música.


Para recordar la sintonía que durante muchos años abría y cerraba el programa “Diálogos 3” en RNE3.  CLANNAD (Harry`s  Game)

Que bueno sería en estos tiempos de zozobra oír  músicas de Vanguardia, New Age, Tradicionales y Étnicas.

Y qué finales de programa con esa frase rotunda y definitiva con la que TRECET  despedía cada programa:

“Buscad la BELLEZA. Es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo”

Aquí tenéis un brevísimo resumen de 57 minutos con una muestra de muchísimos de los descubrimientos musicales, que tuvimos la oportunidad de conocer gracias a  Ramón  TRECET.

16. Tríptico de la fragilidad
Dº Francisco Ruiz Noguera, Académico de Número
Académico de Número y Bibliotecario +

16

lunes
27 abril
2020

días de la pandemia / 16
Dº Francisco Ruiz Noguera, Académico de Número y Bibliotecario

TRÍPTICO DE LA FRAGILIDAD


 
1
(La ciudad alegre y confiada)

Asoma un nuevo día.
Se viste la mañana
de los tonos radiantes
que habitan lo seguro:
el plácido refugio
de un mundo de certezas.
No hay fisuras que agrieten
el andamiaje firme,
la solidez probada
que acuna  nuestras vidas.
 

 
 
2
(La visita de Celestina)

Fortaleza del cuerpo:
«Gran justador» Calisto,
«verle armado, un San Jorge»,
«todo junto semeja
ángel del cielo». Ahora
—fragilidad humana—,
mira al pobre mancebo:
entra en dolor y noche
y yace derrotado
por una triste muela.
 

3
(Las murallas de Jericó)
 
El curso de las horas.
La mañana de nuevo
se viste de esplendores,
pero ya las trompetas
han derribado muros.
¿Quién alzará las piedras
que restañen fisuras
si, eficaz, la cautela
sembró con beneficio
la flor de la sospecha?
Francisco Ruiz Noguera
(Inédito. 23-04-2020)

15. La genealogía del vacío
Dº José Infante Martos
Académico de Número y Secretario +

15

viernes
24 abril
2020

días de la pandemia / 15
Dº José Infante Martos, Académico de Número y Secretario

LA GENEALOGÍA DEL VACÍO


(*Libro, tercera entrega de la serie “Autobiografía del desconsuelo”, cuya aparición se ha retrasado por la crisis de la pandemia, en la colección “La rama dorada” de la editorial Huerga & Fierro de Madrid)
 
(Autobiografía del desconsuelo III)
 
(1994-1997)
 
 “lo verdaderamente trágico de la vida es que olvidamos. Los momentos felices llegan y se van, nuestros amigos se mueren y todo acaba por destruirse, pero esto sería soportable si pudiéramos  conservar imágenes más claras y más precisas del pasado. La muerte verdadera es el olvido, porque si hay algo que conservamos y atesoramos son nuestros recuerdos. Toda la sustancia de nuestra vida está en ellos...”
 
                                                                        Gerald Brenan

LIBRO PRIMERO
 
LA ANIQUILACIÓN DEL TIEMPO
 
La vida es una carrera desenfrenada
                                                           y luego vas y te mueres.
                                                                                                          Ava Gadner
 
                                            Todo nuestro conocimiento nos viene de las
                                                           Sensaciones.
                                                                                          Leonardo da Vinci                                                               
Noviembre

Avanzar, avanzar, avanzar. Sólo te invitan a caminar seguro hacia tu propia aniquilación.
 
***
 
Cuando empiece otra vez la noche de la historia ¿se quedará el mar ahí, azul, inabarcable  y solo?
 
***
 
Ya no siento la vida más que como un tránsito a  convertirse en sueño.
 
***
 
Todo es posible, porque todo es mentira.
 
***
 
No es la luna, no es el tiempo. Somos nosotros los que pasamos solos y quedamos vacíos. Como cántaros rotos.
 
***
 
Luego, cuando llegue la  Aurora, todo será otra vez objeto de tu canto. Pero la noche tiene sus bordes más oscuros cuando tú la contemplas sin deseo ni esperanza.
 
 ***
 
¿Quién será quien recoja tu corazón vencido, como un arco de fuego que la luna enfrió?
 
***
 
Siempre es tarde mañana, porque el viento se lleva suspiros y plegarias, los deseos y lo que nunca llegaste a poseer.
 
***
 
Si tuvieras el valor suficiente para acabar la vida ¿quién te sucedería al borde de la noche, esperando que nadie viniera a acompañarte?
 
***
 
Contra toda esperanza, la realidad impone sus sencillas razones. Su simple y necesaria manera de existir.
 
***
 
Cuando nadie recuerde tu mirada tan triste, ni tu angustia lejana, ni tu sonrisa leve, tampoco habrá quien pueda comprenderlo del todo.
 
***
 
Si llegas es que existes. Pero si no llegaras nunca, también sabría que estás más allá de la noche y de la realidad, esperando que un soplo dé vida a lo que es nada.
 
***
 
Si la Historia no explica lo que ya ha sucedido a lo largo del tiempo. ¿Cómo pretendemos, ilusos, entender lo que ocurre a nuestro alrededor?
 
***
 
Los números no tienen otra razón de ser que decirnos el valor que le damos a lo que nada vale o a lo que vale tanto que nos parece inalcanzable.
                                           
 
 
Enero
 
 
Siempre la soledad te conduce al abismo. Siempre te roba el sueño. Siempre te amenaza, como si fuera la última pendiente por donde rodarás, inútil en la noche del tiempo.
 
***
 
¿Por qué vuelves otra vez y confías en que habrán de cambiar las gentes y la ferocidad de este pueblo que no aprendió la lección de la historia ni su ejemplo?
 
 
***
 
Agua oculta que llora, dejad el balcón abierto, fuente de las lágrimas… Y otros ejemplos del misterio que oculta la realidad.
 
 
***
Has dado otra oportunidad a esta ciudad que ya será para siempre la ciudad de la mentira y de lo sucio. Nada hay que pueda salvar este naufragio.
 
***
 
 
El roce de su piel te estremece, como el amanecer. Un día para el recuerdo. Verano, horizonte desnudo y el amor y el mar. Ahora bloqueo completo del corazón arrasado.
 
***
 
Cartas que nunca fueron enviadas, tarjetas que se perdieron en el camino o perdieron el objeto de su destino ¿o acaso no tenían destino a pesar de la dirección que figuraba en ellas? Lo que no fue expresado también se pudre en el interior.
 
***
 
¿Es acaso la hora del amor. Mira hacia arriba, espera. Marcha hacia el destino sin esperar los dones que alguien te prometió y nunca te entregaron.
 
José Infante Martos
abril 2020